La pintada que los policías observaron que hacía el joven grafitero |
El Ayuntamiento de Calafell argumentaba la dificultad que tiene para multar a los grafieros señalando que debe cogerlos en plena acción.
Pese a que la Policía Local dispone de un catálogo de pintarrajos y firmas que permite relacionar a los autores con muchas de las pintadas del municipio, el no cazarlos pintando entorpece cualquier denuncia.
Sin embargo este fin de semana una patrulla policial observó a un joven que escogió el muro de piedra de la riera de L’Estany para mostrar su pretendido arte y compartirlo con todos los vecinos a la fuerza. Los agentes han denunciado al joven que ahora deberá afrontar una sanción que puede ser de hasta 700 euros.
No estaba en el catálogo
El joven denunciado es de Barcelona y no estaba entre las firmas más habituales que pueden verse en las paredes del municipio. En el caso de declararse insolvente la sanción se cursará a los padres o se ofrecerá al grafitero que realice tareas para la comunidad.
Un grafitero en la estación de Calafell |
El Ayuntamiento de Calafell mantiene un pulso con los grafiteros y a cada pintada el objetivo del consistorio es que quede borrada a las pocas horas. Pero ello supone destinar miles de euros al año y que tres personas de la brigada municipal estén durante algunos días dedicados a borrar pintarrajos de las paredes. También destina a personas que cumplen sentencias judiciales y que envían los tribunales.
'No se perdonan multas'
El concejal de Vía Pública, Juan José García (PP) ya ha repetido en diferentes ocasiones que no se va a perdonar ninguna de las sanciones ya que además de afectar a la imagen del municipio, supone dedicar dinero y esfuerzo de personal municipal para borrarlos.
Al joven, vecino de Barcelona, denunciado el fin de semana, se le confiscaron diversos sprays. La pintada que hizo en las rocas de L’Estany es especialmente difícil y costosa de eliminar por el material.
Personal de la brigada borrando grafitis en Calafell |
El pasado mes de noviembre la Policía Local también denunció a un grafitero tras cazarlo en plena pintada en un paso bajo la vía del tren a la altura de la calle Pisuerga.
El problema de los grafitis no es nuevo en Calafell. Hace años las numerosas pintadas de Yemas, uno de los grafiteros más activos, provocó que incluso los vecinos de Segur impulsasen una campaña para boicotear sus pintarrajos que podían verse por todo el municipio. El caso de Yemas llegó incluso a la televisión:
También destacó el joven que para evitar ser identificado saltó al mar y motivó un amplio despliegue de búsqueda.
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